En primer lugar, la estrategia más importante consiste en lograr una adecuada masa ósea en la juventud, para que cuando en la etapa de adulto y transición a la tercera edad la pérdida de masa ósea asociada a los cambios hormonales (menores hormonas sexuales femeninas y masculinas, menor IGF-1) sea de un impacto mínimo.
Para lograr una masa ósea adecuada, en la etapa de juventud se debe tener un aporte adecuado de calcio en la dieta, lo que generalmente se logra con 2 porciones de lácteos al día. Además debemos tener estímulos formadores de hueso (anabólicos) como el ejercicio físico.
Una vez pasados los 30 años de edad, debemos centrarnos en conductas preventivas que mantengan a nuestro hueso lo más saludable posible, como evitar tabaco y alcohol, mantener un peso corporal adecuado, dieta balanceada y actividad física regular.
Siempre será importante que te asesores de tu endocrinólogo y de tu nutricionista para llevar el estilo de vida saludable que te ayude a prevenir la osteoporosis.